Cristo con su cruz acuesta y azotado por un verdugo que encrestaba tras cada caída, fue la escena que sorprendió a visitantes y residentes en el Seibo, en plena avenida principal de esta ciudad.
Seguidos por cientos de personas, jóvenes actores, miembros de la pastoral juvenil, lograron una ínvida representación del viacrucis de Jesús, en un ambiente marcado por música religiosa y el sobrecogimiento de los espectadores.
Tras recorrer las calles los organizadores del viacrucis pidieron a los feligreses que se colocaron frente al ayuntamiento municipal del Seibo, de cara a la colina donde se levanta el destacamento policial. Allí, atado de pies y manos dos cruces, ya los esperaban ¨los dos ladrones¨ que fueron crucificados a la derecha y ala izquierda de Jesús.
La dramatización concluyó con la llegada de Jesús, quien fue crucificado en el centro. El público congregado aplaudió con entusiasmo a los jóvenes. Miembros de la Parroquia Santa Cruz del Seibo convocaron, entonces, al viacrucis de la Virgen que escenifica el recorrido de María en busca de su hijo tras la muerte de Jesús. Este se llevó a cabo en la noche del Viernes Santo y los participantes portaban sirios encendidos.
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