Santiago.- Dos candidatos con perfiles muy diferentes se disputan la simpatía de los votantes de este municipio para los comicios del 16 de este mes. Gilberto Serulle y José Enrique Sued pujan por lograr el triunfo en uno de los certámenes electorales más competitivos desde que los procesos para elegir cargos congresuales y municipales marchan separados de los presidenciales.
Provienen de litorales políticos e ideológicos distintos. Sus familias, aunque comparten descendencia de libaneses, tienen grandes distancias ideológicas. Los Sued son conservadores, muchos de los ascendientes del actual alcalde fueron trujillistas y luego siguieron a Joaquín Balaguer. Mientras los Serulle vienen del pensamiento izquierdista y liberal.
Ambos desde jóvenes han estado ligados a la actividad política. Sued fue temprano encargado del entonces distrito municipal de Licey al Medio por el Partido Reformista, y Serulle de los “cabezas calientes” de las organizaciones estudiantiles, clubísticas y de izquierda en los años 70 del pasado siglo.
El constructor
El actual alcalde ha ocupado el cargo por casi doce años aunque no en forma consecutiva. Durante esos períodos ha desarrollado una política de construcción de obras pequeñas y medianas diseminadas por todo el municipio, lo que le ha permitido tener contacto directo con la ciudadanía de distinto rango social.
Esa forma de proximidad con las personas le han redituado en beneficios políticos, contando con simpatías muy superiores a la que tiene su organización política. Sued ha construido muchas casas a familias humildes en los sectores más pobres de Santiago, con lo cual vende una imagen de persona solidaria con los más necesitados.
El contendor
Gilberto Serulle es médico y lleva dos períodos como diputado por esta provincia. Su ejercicio profesional siempre tuvo un alto componente social. Su clínica privada, que cerró hace algunos meses, fue un centro abierto a los sectores marginados donde se atendían distintas especialidades.
Creó un equipo médico móvil con una ambulancia que viajaba por la provincia y en algunos casos fuera de ella, a prestar atención a familias humildes. Muchos lo observan como una persona con vocación a la filantropía. El programa desde el cabildo incluiría la descentralización de las funciones edilicias con la creación de diez minicabildos, con independencia presupuestaria. Así como estimular el sector productivo para que desarrollen proyectos, disminuir el desempleo y el manejo de los desechos sólidos en la ciudad.
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